HAPTICA Y APRENDIZAJE

TEJER LIBROS, EL ARTE DE LEER ACARICIANDO...

Cuando comencé a hacer mis LIBROSCOPIOS o libros tejidos, la primera respuesta y sorpresa de la gente es que estaban hechos a mano. Tejidos, bordados, escritos a mano.

Y pensé... las manos acarician, sostienen, sujetan, construyen. Cerradas no nos permiten recibir nada nuevo y suelen estar enojadas o temerosas, mientras que abiertas reciben, abrazan, tejen, sazonan, acarician.

Pocas veces pensamos conscientemente en todo lo que aprendemos y aceptamos a través de ellas y todo lo que nos permiten conocer y amar, entonces, más aún amé mis libros tejidos.

Si había cientos de razones que justificaran construir el camino del deseo hacia la lectura, agregarle el placer de la caricia de una lana tibia entre nuestras manos mientras degustamos un cuentos o la poesía que nos permite seguir siendo humanos, todo era perfecto.

Los seres humanos pueden vivir sin ver y sin oír, pero no sin tocar.

HÁPTICA, es la ciencia del tacto, o la forma de percibir el mundo que nos rodea a través del tacto. Se trata del sistema de procesamiento de información por medio de la percepción táctil. Infinidad de terminaciones nerviosas en la piel, nos cuentan sobre nuestro entorno, pero mucha de esa información la dejamos en el inconsciente, como por ejemplo cuando nos vestimos, ya que no estamos todo el tiempo procesando el tener un roce con la piel, respecto a nuestra ropa.

La piel es el órgano más grande que tenemos, nos protege de peligros y a la vez es un sensor de todo contacto físico: climático, presión o daño. El sentir en la piel no es igual en todo el cuerpo, la piel suave o GLABRA (sin vello) es la más sensible: dedos, muñecas, palmas de las manos, antebrazos, labios, lengua y zona genital.

Todo ser humano necesita tocar y ser tocado. Los experimentos realizados sobre la privación del sentido del tacto, demostraron que cuando no hay estimulación táctil, la persona se inquieta, se aburre y se entristece. Durante la Segunda Guerra Mundial se pudo observar cómo los niños de los orfanatos que apenas eran tocados por sus cuidadores, en un alto grado, fallecían. La falta de afecto en los niños produce ansiedad y esa ansiedad se traduce en la necesidad de ser tocados y acariciados. La necesidad para el humano de ser tocado es relevante a nivel educacional, físico y emocional. El contacto táctil nos produce un sentimiento de satisfacción, que puede ser: calmante, curativo, cariñoso, afectivo, consolador o donante de seguridad.

El tacto es el primer sentido en desarrollarse, ya que la piel se desarrolla tempranamente, siendo el primer medio de comunicación con la madre a través del líquido amniótico. Las primeras etapas de desarrollo del niño están marcadas por ausencia de coordinación en los sistemas sensoriales. Piaget e Inhelder (1969) afirmaron que no es posible desarrollar la inteligencia si no se tienen bases sensoriales y experienciales; explicando que los estímulos y las respuestas sensoriales a éstos, benefician el aprendizaje y la inteligencia. La acción de tocar un juguete se coordina después con la de mirarlo o escucharlo.

Un libro tejido es la mejor excusa para acariciar un cuento "literalmente" y que ese aprendizaje lleve a nuestro corazón a desear más, a anhelar el próximo libro que esperaré con el ansia deliciosa de viajar, probar, deslumbrarnos, acurrucarnos, sorprendernos, reírnos, amarnos... y colorín colorado, este cuento, recién ha comenzado.

K A W S A Y Y L I B R O S C O P I E R Í A

Los cuentos del CÍRCULO KAWSAY hablan sobre un mundo posible, en el que todos sus seres nos enseñan sobrelas victorias y tropiezos de la vida; sobre las emociones que sabemos identificar y las que aún no.

Doce personajes arquetípicos que entrelazan sus vidas en una cosmogonía llena de magia e instantes perfectamente posibles. La conjunción del trabajo consciente desde el concepto de HAPTICA, el mundo del sentido del TACTO, y las historias del Círculo Kawsay, da como resultado una nueva experiencia que he llamado CUENTO HABITABLE.

La primera experiencia la desarrollé en San Carlos Norte, provincia de Santa Fe, Argentina, en el pasado 2022, conmemorando el cumpleaños 111 de la Biblioteca Popular Centro Rivadavia.

La posibilidad de que un cuento salga del libro y nos permita "habitarlo" es algo con lo que vengo soñando hace muchos años, desde "CARAMELANDIA" donde jugamos, aprendimos, y entendimos que un cuento puede ser vivido literal y tangiblemente, no he dejado de proponérlo y llevarlo a cabo.

El propósito de esta experiencia es acercar a niños y adolescentes al mundo literario a través de los sentidos tradicionales que solemos usar para vincularnos con un relato, como la vista y el oído, pero sumando en esta ocasión, el tacto. La propuesta de "CUENTO HABITABLE" es que luego de escuchar el cuento, los presentes puedan entrar a cada espacio narrado e incluso resolver los enigmas que produce la escucha de la historia.

Habitar significa tener una relación con el lugar en forma reiterada, no siendo lo mismo "estar de paso". Desde este concepto, habitar un cuento, es sentir que tenemos una relación estrecha con ese lugar que es "el cuento". Por eso que un cuento se quede a vivir en tu Biblioteca, es cambiar la idea de aquello que es momentáneo, por lo permanente, lo que crea una relación amorosa con el relato. Un "me quiero quedar a vivir aquí".

No será solo recrear ambientes, como escenografías de la historia, sino sentir, ver, oler, tocar, para elegir luego, cuál de todos los ambientes de ese cuento es en el que prefiero detenerme reiteradamente.

Haber desarrollado la propuesta de "cuento habitable" uniendo el CÍRCULO KAWSAY y LIBROSCOPIERÍA es una de mis mayores alegrías, para poder desarrollar ambas en escuelas y bibliotecas.